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El proyecto pretende denunciar la precaria situación de espera a la que son sometidos los inmigrantes por la adquisición y renovación de los papeles en España. Mediante una campaña informativa queremos evidenciar esta situación a partir de los post-its de supervivencia que generan durante las horas que están esperando en estas largas colas. Post-its de supervivencia en tanto que son para-arquitecturas efímeras de lo básico, delante de una espera obligada, solo le queda la opción al sujeto de ingeniar las construcciones necesarias para enfrentar las carencias físicas de la situación, para hacerla más soportable. Las horas pasan, pero el tiempo y los cuerpos allí permanecen.

Para plantear estas cuestiones hemos diseñado una campaña informativa basada en poner de manifiesto la contradicción entre lo que recomiendan los especialistas en salud referente a las diferentes necesidades básicas del individuo (descansar, alimentarse, dormir y realizar las necesidades) y la situación real en la que se encuentran los inmigrantes en estas colas.

En nuestra campaña ponemos en juego las diferentes necesidades, los diferentes motivos de espera (tramitar el N.I.E, permiso de residencia, permiso de trabajo, permiso de regreso, etc) y de una manera irónica, entre un manual de supervivencia y un decálogo de los modelos más novedosos, una selección de los diferentes post-its usados para cada una de las necesidades.

La campaña está compuesta de diferentes displays, como son pósters, pancartas para los opis del metro, y flyers que difundiremos a pie de calle, todos ellos insertados en diferentes zonas de espera céntricas de Barcelona. Zonas de esperas voluntarias, ociosas, como puede ser en la cola de la Sagrada Familia, de la Fundación Miró, o de la entrada del cine. Lugares que semánticamente crearán una dialéctica con las esperas obligadas de las que estamos hablando. Dialéctica que también vendrá dada por el diseño de los flyers, no serán simples flyers de leer y tirar, serán puntos de libro. Entendemos que tienen un valor añadido a parte del valor funcional… seguramente cuando estemos esperando al metro acompañados de una lectura, en ver su contenido no nos “atreveremos” a desesperarnos por ese retraso de cinco minutos.